jueves, 8 de septiembre de 2011

¿Eres un demonio?


No se puede reconocer a un ángel a simple vista, ni tampoco a un demonio. De la misma manera que los ángeles no van por ahí con dos enormes alas de plumas en la espalda, tampoco los demonios tienen rabo, cuernos y patas de cabra. Por fuera, son tan humanos como los demás.
Además los ángeles ni siquiera son particularmente guapos. Pero los demonios... Ah, los demonios son otra cosa. Entenderme: No es que sean guapísimos ni estén como un queso. Pero tienen algo... Llámese magnetismo o llámese carisma, o sex appeal, o como queráis. ¿Os habéis topado alguna vez con esa clase de persona que, sin ser especialmente atractiva, tiene algo que hace que todos se fijen en ella e intente imitarla? Y que, cuando te paras a pensarlo, te preguntas qué tiene de especial exactamente, y no sabes qué responder... Hay bastantes posibilidades de que sea un demonio.